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miércoles, 17 de noviembre de 2010

Automatismos


En un encuentro entre amigas, una cena, me di cuenta de la cantidad de cosas que hacemos automáticamente, por imitación y con ausencia absoluta de conciencia.

Una de las participantes prefirió una tortilla francesa, en lugar de la comida que entre todas habíamos elaborado.
La anfitriona se dispuso a cocinarla y para ello extrajo del compartimento de las sartenes, la que ella solía utilizar para este plato.

Observé con asombro que la sartén en cuestión, era exageradamente grande para una simple tortilla a la francesa, y le pregunté a mi amiga el motivo de utilizar un utensilio tan grande para tan exiguo plato.

Sin inmutarse, me contestó que era la sartén que solía utilizar para las tortillas. Insistí preguntando si también para las tortillas de un solo huevo.

Mi amiga interrumpió la preparación del plato para inquirirme a qué se debía  mi sorpresa.

Le dije  que tenía a su disposición varias sartenes, entre ellas, una de menor tamaño, más idónea para la tortilla.

Visiblemente contrariada, mi amiga me respondió que “esa era la sartén de las tortillas”.

No era mi intención iniciar una discusión absurda sobre las preferencias de las sartenes, pero no acababa de comprender el motivo “real” de esa decisión.

Finalmente, mi amiga, dándose  cuenta de que había algo de lógica en mi observación, reflexionó un momento y me explicó que sencillamente había copiado la costumbre de su madre de utilizar una sartén grande para hacer tortillas.

Ante mi silencio, ella misma llegó a la conclusión:

“¿Sabes?, acabo de comprender que mi madre tenía una sola sartén en la cocina”
-      Pero, ese no es tu caso ¿verdad? - Le dije

La manera de colocar los utensilios de cocina, en el baño o incluso en el armario ropero, suele estar impregnado de aprendizajes infantiles que jamás fueron cuestionados, lo mismo que otras actitudes que nos cuesta cambiar por estar incluidas de manera inamovible en nuestra vida.

Prestar atención a la forma en que nos manejamos en lo cotidiano, nos puede proporcionar una comprensión profunda de la cantidad de hábitos que sencillamente, jamás cuestionamos y que podemos desbaratar, reciclar, mejorar o incluso cambiar completamente en cuanto seamos conscientes.

Lo mismo ocurre en nuestra forma de pensar

¿Cuántos planteamientos  de vida son realmente genuinamente nuestros?

Maria Dolors Pozo

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