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domingo, 10 de abril de 2011

Sencillamente escuchar...


Sencillamente escuchar…

Seguro que todos nos hemos encontrado en situaciones en las que familiares o amigos están viviendo situaciones dolorosas, bien por enfermedad, abandonos, divorcios o problemas que la vida cotidiana aporta.

También he observado que cuando alguien relata la situación dolorosa por la que está pasando, automáticamente la persona que participa de la conversación, trae a colación su propia vivencia parecida. Asi, si es de enfermedad, a continuación relata sus propias enfermedades o la de algún pariente y si no de un conocido, que probablemente es totalmente desconocido para el que está contando su historia.

Si el tema es sobre divorcios, posiblemente actuará de igual modo, a continuación relatará que el cuñado, la amiga o la vecina del tercero, ¡también se ha divorciado!

Lo más probable es que el  motivo de esta actitud, es la total ignorancia de saber cómo manejar lo que está escuchando, en el mejor de los casos con total inocencia.

Pero lo que es seguro es que la persona que se acerca en busca de algún tipo de consuelo se encuentra totalmente desplazada ante las explicaciones del otro, la mayoría de las veces acontencidas hace tiempo y lo que es peor de terceras personas que no están en la conversación y que por tanto ni siquiera pueden aportar sus experiencias.

Cuando no hay espacio para el tu, inmediatamente incluimos el yo y si no, los otros.

Esta también sería una explicación.

Aunque me inclino por la ignorancia de saber ayudar.

¿Qué es lo que nos está pidiendo quien nos participa de sus angustias?
Sencillamente: que lo escuchemos. Que le regalemos nuestra atención.
Nada más.

No es necesario argumentar vivencias o información sobre el tema.
Tampoco los consejos, a menos que explícitamente se pidan.
Mucho menos falsas esperanzas.

El que acude a nosotros para compartir sus preocupaciones y relajar su ansiedad, única y exclusivamente necesita Escucha y atención.

Algo tan simple y a veces tan difícil de hacer.

Si dudas de esto, pregúntate que buscabas en tu interlocutor, cuando estabas relatando una situación difícil…..

Si te dieron consejos ¿pusiste en práctica alguno?
Acaso… ¿los recuerdas?

Maria Dolors Pozo








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